Indicaciones generales
Los daños en los neumáticos pueden tener graves consecuencias, por lo que se hace necesario un control regular de los mismos por el conductor y el taller, a fin de detectar con anticipación la posible existencia de fallos.
Un neumático dañado no podrá soportar una situación extrema de marcha como las siguientes:
La averÃa de un neumático puede tener diferentes causas:
¡ATENCIÓN!
Tan pronto como no pueda excluirse la existencia de un riesgo para la seguridad, deberá sustituirse el neumático.
Estructura de un neumático radial
Sección transversal de un neumático radial
1 - Taco del perfil
2 - Ranura del perfil
3 - Banda de rodadura
4 - Aro de rueda, de nylon
5 - Capas del cinturón
6 - Núcleo del talón
7 - Refuerzo del talón
8 - Protector de la pestaña de la llanta
El aro de nylon -4-, las capas del cinturón -5-, los núcleos del talón -6- y los refuerzos del talón -7- forman la carcasa. La carcasa es el "armazón" que soporta el neumático.
Daños producidos por choque
Un abombamiento en los flancos del neumático indica por lo general la rotura de cables de acero en el interior del neumático.
Las causas tÃpicas de estos daños son, por ejemplo, los bordillos de acera contra los que se golpea en ángulo agudo.
La carcasa de los neumáticos que han sufrido aplastamientos de este tipo puede resultar dañada.
En estas situaciones se tensa la parte interior del neumático hasta tal punto que se rompen algunos hilos de la carcasa.
La importancia del daño depende de la velocidad de colisión, el ángulo de la misma, la presión de inflado, la carga por eje y el tipo de obstáculo.
Huellas de la colisión en el flanco del neumático -flechas-
Aviso
Vista interior de un neumático con la carcasa rota
A causa de un fuerte choque se aplastó la carcasa contra la pestaña de la llanta, rompiéndose en la zona de contacto.
Daños en el interior de los neumáticos causados por colisiones (fractura doble)
Doble fractura -flechas- originada por aplastamiento al subir un bordillo. Con frecuencia no apreciable externamente.
Vista exterior de un neumático con la carcasa rota
Una carcasa rota puede tener los efectos en el lado exterior que se reflejan en estos gráficos.
Este segundo efecto se conoce como "bolsa de aire".
Cortes
Corte causado por un obstáculo puntiagudo -flecha-.
Corte en la banda de rodadura -flecha-.
Daños causados por cuerpos extraños
Al rodar sobre objetos duros y puntiagudos, como pueden ser, clavos, tornillos y objetos similares, el neumático puede resultar atravesado.
Esto es la causa inevitable de una averÃa posterior.
¡ATENCIÓN!
No deben repararse los neumáticos radiales con armadura metálica cuya estructura haya resultado perforada por un cuerpo extraño.
Daños causados por cuerpos extraños incrustados
El objeto en cuestión -marca- se incrusta con frecuencia de tal forma en el neumático, que no se desprende tan siquiera circulando a altas velocidades. Puede incluso actuar como un tapón, hermetizando el neumático relativamente bien. La consecuencia es una pérdida de aire lenta, no apreciada inmediatamente por el conductor, pero que puede llevar a una averÃa repentina del neumático.
Daños por arrancamiento de goma
Daños por envejecimiento
Debido al envejecimiento de los materiales del neumático se pueden producir varios tipos de desgastes. Verificar la fecha de fabricación.
Aviso
Si la fecha de fabricación supera los seis años, los neumáticos deben ser sustituidos.
Daños por roces
Debido a un roce continuado puede desgastarse el flanco sin llegar a producirse ningún corte.
Pérdida de presión de inflado del neumático
Si se produce una reclamación por pérdida de presión de un neumático, debe comprobarse siempre si el neumático ha sido perforado por un cuerpo extraño.
Aviso
No deben repararse los neumáticos radiales con armadura metálica cuya estructura haya resultado perforada por un cuerpo extraño.
Los cables de acero pueden corroerse. Esto hace que los polÃmeros se acaben desprendiendo de la armadura metálica.
Por lo general, no puede determinarse cuándo se introdujo el cuerpo extraño, por lo que es muy posible que exista ya un daño en la estructura del neumático, por circular con una presión de inflado insuficiente.
Si resultan dañados los cables del cinturón, los polÃmeros acaban desprendiéndose tarde o temprano de la armadura metálica. Esto puede comportar un fallo total del neumático tras cierto tiempo de marcha, incluso mucho después de que éste resultara dañado.
Los daños causados por cuerpos extraños en los neumáticos no están cubiertos por la garantÃa.
Control de la presión de inflado del neumático
La presión de inflado debe controlarse regularmente. Se recomienda efectuar esta operación cada 14 dÃas. La presión adecuada de los neumáticos es de gran importancia, sobre todo en viajes largos o con carga. Una conducción deportiva requiere también una presión adecuada o incluso ligeramente superior a la normal.
Pérdida lenta de presión
La pérdida lenta de presión en el interior del neumático constituye un proceso especialmente insidioso, imposible de ser advertido en ocasiones incluso por conductores experimentados.
Debido al descenso de presión y al consiguiente incremento de calor, los diferentes materiales de que está compuesto el neumático se calientan de tal forma que puede producirse un desprendimiento de los mismos entre sà y una separación de la mezcla de polÃmeros del neumático.
El resultado suele ser siempre un neumático inservible.
La causa de la lenta pérdida de presión no es siempre apreciable, ya que el neumático resulta fuertemente dañado y faltan partes de la estructura del mismo.
Daños en los neumáticos debidos a una presión de inflado insuficiente
La causa más frecuente de los problemas está constituida por pequeños daños exteriores, una válvula defectuosa o una llanta inestanca a causa de daños o corrosión.
Desprendimiento de la carcasa de los polÃmeros
Un fuerte calentamiento originado al circular con una presión insuficiente originó separaciones en la estructura del neumático y el fundido de los polÃmeros -flechas-.
El neumático que se muestra rodó temporalmente con una presión de inflado insuficiente en relación a la carga que soportaba. Los indicativos tÃpicos de ello son los puntos de desgaste por rozamiento en la zona del talón provocados por la pestaña de la llanta y por decoloraciones. En la zona de la pared interior lateral se manifiestan pequeños pliegues arrugados.
Al rodar el neumático se producen fuerzas intensas de cizallamiento entre las capas de cables de acero del neumático, especialmente en los extremos de la estructura radial.
Neumáticos con depresiones a lo largo del perÃmetro en la zona del talón
También las depresiones anchas a lo largo del perÃmetro en la zona del talón -flechas- son fruto de una presión insuficiente.
Si se conduce con una presión de inflado insuficiente o bien no se detectan o reparan los daños de los neumáticos, las consecuencias pueden ser muy graves.
El neumático no soporta las fuerzas generadas durante la marcha.
Por esta razón, sus prestaciones se ven seriamente mermadas. Los polÃmeros se desprenden, al igual que otros componentes de manera parcial. Todo ello conduce a la destrucción total del neumático.
Neumáticos con banda de rodadura desprendida
El desarrollo de daños de este tipo evoluciona por lo general a lo largo de periodos dilatados de tiempo. Si un neumático dañado como aquà se indica se somete a esfuerzos elevados, puede producirse una rotura estructural del mismo debido a las fuerzas centrÃfugas generadas al circular a altas velocidades.
La ilustración muestra un neumático con una banda de rodadura arrancada como resultado de circular con presión insuficiente.
Aumento de la temperatura de un neumático con presión de inflado insuficiente
El diagrama muestra la evolución de la temperatura de un neumático a una velocidad de 180 km/h.
A - Margen normal: la temperatura permanece equilibrada manteniendo la presión de inflado prescrita.
B - Margen lÃmite: al descender la presión nominal de inflado en 0,3 bares, la temperatura supera ya los120 ºC circulando a altas velocidades.
C - LÃmite de temperatura crÃtico: el fallo del neumático está ya programado.
T - Temperatura en ºC.
t - Tiempo de marcha en minutos.
Daños en los neumáticos debido a errores en el montaje
Núcleo del talón roto al inflar el neumático
Los neumáticos radiales modernos para vehÃculos van montados exclusivamente en llantas de seguridad, éstas tienen un resalte perimetral en los hombros -1-.
1 - Hump (hump doble H 2, hump doble realzado EH2)
2 - Pestaña de la llanta
3 - Hombro interior de la llanta (por ejemplo, llantas de hombro oblicuo)
4 - Llanta
5 - Plato de la llanta
6 - Garganta inferior
7 - Hombro exterior de la llanta (por ejemplo, llantas de hombro oblicuo)
Este resalte evita que el talón del neumático resulte aplastado por los hombros de la llanta al circular con una presión de inflado insuficiente.
Al inflar el neumático el talón puede quedar enganchado en el hombro delgado de la llanta, en el resalte, en una parte de su perÃmetro.
En este caso existe el peligro de forzar el núcleo del neumático en caso de presión de inflado excesiva, rompiéndose totalmente o en parte los cables de acero. Por lo general, las roturas del núcleo no pueden advertirse desde el exterior.
Particularidades para neumáticos con capacidad de rodadura de emergencia
Para neumáticos con capacidad de rodadura de emergencia (flanco reforzado) se exigen llantas con hump doble realzado (extended hump EH2). El hump doble realzado evita que el neumático desinflado se salga de su asiento en la llanta en un caso de averÃa.
Aviso
Para evitar daños de montaje se deben observar indefectiblemente las indicaciones para el montaje de neumáticos con capacidad de rodadura de emergencia proporcionadas en →Tren de rodaje, ejes, dirección.
¡ATENCIÓN!
Neumáticos con núcleo partido y carcasa rota
La ilustración muestra un núcleo partido y una carcasa rota a causa de tensión excesiva al montar el neumático.
Daños en el talón producidos por montaje erróneo o incorrecto del neumático en la máquina de montaje
Los siguientes fallos en el montaje de un neumático pueden causar graves daños en el mismo:
Neumáticos con daños en el talón
Con motivo de las circunstancias mencionadas puede seccionarse la planta del talón bajo tensión excesiva en sentido perimetral y/o resultar aplastada hasta el alambre del núcleo.
Con frecuencia se advierten las huellas de incrustación y salida del rodillo guÃa en la zona donde se producen los daños.
Aviso
Como regla general deben lubricarse ambos talones del neumático y los hombros de la llanta con un producto deslizante.
Si no se tienen en cuenta los daños producidos en el montaje, existe el peligro de que se averÃe el neumáticos posteriormente.
OBSÉRVESE: