Número de plazas
Su vehÃculo dispone de cinco plazas, dos en la parte delantera y tres en la trasera. Cada asiento dispone de un cinturón de seguridad automático de tres puntos de anclaje.
En algunas versiones, su vehÃculo está homologado solamente para cuatro plazas. Dos en la parte delantera y dos en la trasera.
ATENCIÓN
Testigo del cinturón
Fig. 79 Testigo de advertencia en el cuadro de
instrumentos.
El testigo de control se ilumina para recordarle que se abroche el cinturón de seguridad.
Antes de poner el vehÃculo en marcha:
Después de conectar el encendido, el testigo de control del cuadro de instrumentos se ilumina si el conductor o el acompañante no se han abrochado el cinturón de seguridad.
Si al iniciar la marcha se superan los 25 km/h (15 mph) aprox. sin llevar abrochados los cinturones de seguridad o si estos se desabrochan durante la marcha, sonará una señal acústica durante algunos segundos. Adicionalmente parpadeará el testido de advertencia .
El testigo se apagará cuando, con el encendido conectado, el conductor y el acompañante se abrochen el cinturón de seguridad.
La función protectora de los cinturones de seguridad
Fig. 80 Los conductores que lleven el cinturón
de seguridad correctamente abrochado no
saldrán lanzados en caso de un frenazo brusco.
Los cinturones de seguridad bien puestos mantienen a los ocupantes en la posición correcta.
Ayudan, además, a evitar los movimientos descontrolados que pueden provocar heridas graves y reducen el peligro de salir despedido fuera del vehÃculo.
Los ocupantes del vehÃculo que lleven los cinturones de seguridad bien puestos se beneficiarán en gran medida del hecho de que la energÃa cinética sea absorbida por los cinturones de seguridad. También la estructura de la parte delantera y otros componentes de la seguridad pasiva de su vehÃculo, por ejemplo, el sistema de airbags, garantizan una absorción de la energÃa cinética liberada. De este modo disminuye la energÃa cinética que se está liberando y, al mismo tiempo, el riesgo de resultar herido. Por este motivo hay que ponerse los cinturones antes de poner el vehÃculo en marcha, aunque sólo sea para realizar un trayecto corto.
Asegúrese también de que todos los pasajeros se han abrochado el cinturón. Las estadÃsticas relativas a los accidentes de circulación han demostrado que llevar puesto el cinturón de seguridad de forma correcta reduce considerablemente el riesgo de sufrir lesiones graves y aumenta las posibilidades de sobrevivir en caso de accidente. Los cinturones de seguridad bien puestos aumentan además el efecto protector de los airbags si se disparan en caso de accidente. Por este motivo, en la mayorÃa de los paÃses es obligatorio utilizar los cinturones de seguridad.
Aunque su vehÃculo esté equipado con airbags, es obligatorio llevar bien puestos los cinturones de seguridad. Los airbags delanteros, por ejemplo, sólo se disparan en algunos casos de colisión frontal. No se disparan en caso de colisión frontal o lateral leve, colisión trasera, si vuelca el vehÃculo o en caso de accidente en el que no se rebase el valor de disparo del airbag prefijado en la unidad de control.
Por este motivo, el conductor y los ocupantes del vehÃculo tienen que colocarse correctamente el cinturón de seguridad antes de poner el vehÃculo en marcha.
Indicaciones de seguridad importantes para la utilización de los cinturones de seguridad
ATENCIÓN
Por este motivo, compruebe con regularidad el estado de los cinturones de seguridad.
Además, se deben comprobar los puntos de anclaje del cinturón.
Accidentes frontales y las leyes fÃsicas
Fig. 81 El conductor que no lleve puesto el
cinturón de seguridad se verá lanzado hacia
delante.
Fig. 82 El ocupante del asiento trasero que no
lleve puesto el cinturón de seguridad se verá
lanzado hacia delante sobre el conductor que
sà lleva el cinturón.
Es fácil explicar de qué modo actúan las leyes fÃsicas en caso de accidente frontal: en cuanto un vehÃculo se pone en movimiento se origina, tanto en el vehÃculo como en los ocupantes del mismo, una energÃa denominada "energÃa cinética".
La magnitud de la "energÃa cinética" depende fundamentalmente de la velocidad y del peso del vehÃculo y de los ocupantes. Cuanto mayor sea la velocidad y el peso del vehÃculo mayor será la energÃa que deberá ser "absorbida" en caso de accidente.
No obstante, el factor más importante es la velocidad del vehÃculo. Por ejemplo, si la velocidad se duplica pasando de 25 km/h (15 mph) a 50 km/h (30 mph), la energÃa cinética correspondiente se cuadruplica.
Dado que los ocupantes del vehÃculo de nuestro ejemplo no llevan abrochado el cinturón de seguridad, en caso de colisión contra un muro toda la energÃa cinética de los ocupantes sólo será absorbida por dicho impacto.
Aun circulando a una velocidad comprendida entre 30 km/h (19 mph) y 50 km/h (30 mph), las fuerzas que actúan sobre el cuerpo en caso de accidente pueden superar con facilidad una tonelada (1.000 kg). Las fuerzas que actúan sobre su cuerpo aumentan cuanto mayor sea la velocidad a la que circule.
Los ocupantes del vehÃculo que no se hayan abrochado los cinturones de seguridad no están "unidos" al vehÃculo. En caso de colisión frontal, estas personas se desplazarán con la misma velocidad a la que circulaba el vehÃculo antes de la colisión. Este ejemplo es válido no sólo para colisiones frontales, sino también para todo tipo de accidentes.
Incluso circulando a poca velocidad, en caso de colisión actúan sobre el cuerpo fuerzas que no se pueden contrarrestar sólo con apoyarse en las manos. En caso de colisión frontal, los ocupantes del vehÃculo que no lleven puesto del cinturón de seguridad se verán lanzados de forma incontrolada hacia delante y se golpearán, por ejemplo, contra el volante, el tablero de instrumentos o el parabrisas → fig. 81.
También es imprescindible que los ocupantes de los asientos traseros se abrochen el cinturón, ya que, en caso de accidente, se verÃan desplazados de un modo incontrolado por el habitáculo. Si un ocupante del asiento trasero no lleva el cinturón abrochado, no sólo se pone en peligro a sà mismo sino también a los ocupantes de los asientos delanteros → fig. 82.